Como se sabe, la región norte del país ha sido la más impactada por el nearshoring o relocalización de los procesos de manufactura en México. Al igual que Monterrey, Tijuana y Ciudad Juárez, en los mercados inmobiliarios industriales de Reynosa, Chihuahua y Saltillo comienza a verse reflejado el efecto nearshoring en la variación de sus indicadores inmobiliarios, en este caso, el precio de salida de espacios industriales en renta al cierre del 3Q 2023.
Al finalizar el 3Q 2023, el precio promedio ponderado de los espacios industriales en Reynosa, Chihuahua y Saltillo tuvieron incrementos de doble dígito comparados con el mismo periodo de 2022. En términos monetarios, este aumento fue de más de $1 USD/m2/mes, de acuerdo con Analytics 2.0 de Datoz.
Para ser más precisos, en Reynosa el precio de salida en el 3Q 2023 se ubicó en $6.14 USD/m2/mes, luego de que en el 3Q 2022 fuera de $5.06 USD/m2/mes, lo que representa un incremento de 21%. El precio de salida de Chihuahua alcanzó $6.03 USD/m2/mes, mientras que en el año previo era de $4.84 USD/m2/mes, un alza de 24%. Por su parte, Saltillo cerró con un precio de salida de $5.49 USD/m2/mes, cuando en el 3Q 2022 fue de $4.63 USD/m2/mes, 19% de crecimiento. Cabe destacar que, estos son los precios más altos que dichos mercados han registrado.
Son diversas las razones que han impulsado este nivel de crecimiento en los precios de renta. En términos generales está la inflación de los precios de los materiales de construcción, el aumento en la tasa de interés, los incrementos en los costos de la tierra, entre otros.
Sin embargo, también han influido dinámicas propias de estos mercados, como el aumento de la demanda, ya que entre 2021 y 2022 registraron sus máximos históricos de absorción bruta, impulsada por empresas nacionales y extranjeras atraídas por el nearshoring. Esto redujo la disponibilidad de espacios industriales y como consecuencia incrementaron los inicios de construcción. Es decir, la alta demanda de naves industriales provocó la construcción de nuevos espacios, los cuales aumentaron su precio de salida por ser clase A, de última generación; por la propia demanda del mercado y por la inflación generalizada.